martes, 14 de julio de 2009

Plato limpio

Que satisfacción tan grande se siente cuando te dicen : ¡¡Deliciosa la (TU) comida!! (cena o desayuno…da igual). Es el premio a tu esfuerzo y al sudor (literal) del tiempo pasado en la cocina.
El tiempo en la cocina se disfruta (mayormente, así es) pero uno necesita del reconocimiento, el apapacho pues, aquello que te impulse a perfeccionar las técnicas e intentar cocinar diferentes recetas y cada vez con mayor grado de dificultad.
A mi me gusta improvisar en la cocina, si la receta dice 2 yo le pongo 3…si dice orégano, intento ponerle también pimienta. Creo que es lo que le da el toque personal.
Mi mente de teflón, necesita tener las recetas apuntadas, porque suelo olvidarlas …y apenas tengo 27 años! Espero, al final de mis años, dejar un tesoro invaluable para alguna hija mía…o nuera, o de perdis sobrin@... un recetario!
En la semana, llevo dos de dos.
Agradezco públicamente la recete de ayer: sencilla y deliciosa.
Que delicia el cocinar…y mas el comer! Ja, ja, ja.

viernes, 10 de julio de 2009

Bienvenida

La bienvenida
Si, denme la bienvenida, así como esta nueva ciudad me la dio…dicen que la primer impresión deja huella…vaya que si.
Nos invitaron a conocer la ciudad antes de dar el sí definitivo y el viaje casi nos hace dar el definitivo no. Digo casi, porque henos aquí. Hablo en plural para empezar, aunque el singular empezara a fluir en estas letras.
Me preguntó varias veces ¿estás segura? En realidad no lo estaba tanto, pero hasta el día de hoy mis miedos no me han frenado…pensándolo bien, el miedo a las gallinas no lo supero, pero esa es otra historia. Decía, no estaba segura, segura de que fuera lo mejor para mi. ¿Egoista? Eso es lo último que quiero ser, probablemente a veces lo sea, pero trato cuantas veces me sea posible de evitarlo. Era claro, tenía que apoyarlo, y además, siendo convenenciera si el está bien, yo también. ¿Qué más da? Renunciar a un empleo , dejar tu casa, amigos…no fue la primera vez y si la primera no fue tan difícil, la segunda tendría que ser casi pan comido. ¡¡¡Que viva la aventura!!! A eso venimos a este mundo…a investigar que hay más allá de lo que tienes a tu alrededor.
Regresando a la primer visita, para mi fue terrorífica. La gente, las costumbres, la ciudad…todo me resulto tan diferente a lo que siempre había vivido y además de diferente, desagradable. Pero vuelvo a lo mismo, ¡que viva la aventura! Ja, ja! Ahora así lo pienso, pero en ese momento me petrificó (bueno, no tanto). Digamos que lo peor de la ciudad me lo encontré en esa primera visita. Me dio la bienvenida!!!
Ahora, con el paso de los días, voy viendo todo diferente, la gente, las costumbres, la ciudad, las oportunidades. Oportunidades que hay que aprovechar y vivir, emocionarse y transmitir.
Aquí estoy ahora y pretendo hacer de esta aventura algo memorable, aprender y experimentar. Es simple, quiero ser feliz.