miércoles, 25 de noviembre de 2009

¡¡Que viva la temperatura¡¡

(Ya me debía este post...lo tenía escondido, pero ya salió de su refugio! )

Así, con temperatura alta me entero de los más hermosos regalos que Dios me manda…coincidencia? Sepa! Pero eso sucede desde que casada estoy. Esa es la más grande pista.
Va la crónica.
Varios meses de desajustes…estaba ya enfadada porque “yo no era así”. Se me figura que muy pero muy dentro de mí, y tratando de ocultarlo, me resistía al cambio.
Total, llego el día y nada, cero noticias…¿para qué me preocupo? Seguro está pasando lo mismo que los meses anteriores. ¡¡¡Error!!!
Ya con maletas listas, mi señor para viajar a otro país y yo para visitar mi tierra, decidimos no parecer desesperados y esperarnos a hacer la prueba hasta nuestro reencuentro.
Pero uno pone y Dios dispone. Ahora más que nunca, me doy cuenta que Dios acomoda las cosas siempre de forma perfecta. Total, el viaje era pesado, pero todo se hace por ir a visitar a la familia. Es que esto de cruzar todo el país no es sencillo.
Y después del largo viaje, empieza el dolor de garganta…achis! Si apenas voy llegando.
Al otro día ya tenía fiebre…vámonos al doctor. Acompañada de mi mamá, le tuve que medio explicar a la doctora que tenía sospechas, así que por si las dudas, pues por favor me recetara algo que no afectara al “posible bebe”.
Alejandra, probablemente es dengue! Eso me dijo la doctora…plop! No mas vine a enfermar =S
Saliendo del consultorio, nos fuimos mi mamá y yo al laboratorio , aprovechando el piquete para descartar el dengue, la doctora me pidió que me hiciera la prueba de embarazo. Urgente fue el pedido y la hora final eran las 9 pm.
Yo sentía que me llevaba el carajo…39°, dolor de cuerpo, pulmones congestionados y tremendo calor en la ciudad!
Durmiendo, así espere el resultado.
Y de repente ya tenía el sobre en mis manos…POSITIVO! Eso decía en el renglón que mas me interesaba! Me quedé como en shock…y después de unos cuantos segundos abrí mi lap para ver si mi marido ya estaba en línea…y nada!!! No aparecía. Andaba cenando al más estilo hondureño jaja
De pronto apareció! Y como si volviéramos a nuestros viejos tiempos, la web cam y el teléfono fueron testigos de la noticia…¿Lagrimas? Si, varias mientras se lo decía…y me acuerdo y vuelven a aparecer.
Raro, pero en esta ocasión el estar en Tuxtla ya no me agradaba. Lo que quería era regresar a Nogales y abrazar a mi esposo. Celebrar con el este maravilloso regalo de Dios.
En la noche, aun con mis 39°, los miedos, las angustias me atacaron…caray! Voy, vamos a disfrutarlo. Nuestra confianza plena está en Dios. Despidámonos de los miedos.
Hoy, ya en casa, acompañada de mi esposo y después de ver por primera vez a mi hij@ agradezco aun mas esta oportunidad de volver a ser mamá.
Con ansias y amor esperamos su llegada. Y cuando esté con nosotros lo único que recibirá será nuestro infinito amor.

Ah...del dengue ni sus luces!